¿Cómo resolver tantas desavenencias internas? Grostico desde aquella misteriosa madrugada comprobó que estaba solo para sí y esa súbita frase de la introyección de las cadenas no hacía más que aseverar la mezcla de repudio e indignación que brotaba dentro suyo como si
los días dejaron de ser lunes, y los martes pasaron a confundirse con los miércoles. En su proceso de liberación, no había lugar para calendarios como si
¿había vuelto a su trabajo? Su mente no registra el momento en que la gracia plena de la nada se convierte como si
apenas registra la lucha frente al cancerbero de Reloj Control
pero en desmedro de quién iría a detenerse y malgastar el tiempo que ya no reconoce
cuando todos los otros igual a él son tan distintos, tan corderos, se cambian en el vestuario tratando de mitigar su dolor apenas por unas horas
Grostico decide apartarse buscando detrás de la farsa la cuerda que lo guíe hasta Ariadna, huyendo del día como si
Da lo mismo que ayer le pase lo mismo que le sucedió mañana si de alguna
forma,
No hay comentarios:
Publicar un comentario